miércoles, 27 de marzo de 2013
El Ventero de la Cala
En plena carretera general al lado de ella, existía una venta denominada La Cala, regentada desde 1957 por D. Antonio Martinez del Castillo nacido en la Almunia de Doña Godina (Zaragoza), el 25 de enero de 1894. Era tal como las posadas de la carretera, de las que tenían un emparrado en la puerta con adornos como no de nuestra zona y con un cañizo en el patio que hacia de aparcamiento para los automóviles. Cerca estaba el camino que acercaba a la gente a la playa de La Cala, camino donde se podía encontrar la tierra ocre característica de esta zona asi como la pita y las piedras rodadas. Se conservaba en la fachada de la entrada la clásica argolla donde se amarraban las bestias, la ventana enrejada y toda la casa blanca gracias a la cal con una brillantez que para poder verla hacia falta gafas de sol por el reflejo. Todo el suelo estaba lleno de losetas típicas de los alfares de esta tierra.
Aquel ventero era un hombre delgado, con rasgos de vieja coquetería de galán afortunado como bien define Luis de Armiñan, uno de tantos periodistas de la época que frecuentaban Benidorm.
Un buen día recaló en la venta este periodistas que entonces trabajaba para el ABC de Madrid, solicitando un arroz típico y vió a aquel hombre delgado sentado en un sillón al fondo del comedor, se acercó a él y se fundieron en un abrazo de buenos amigos.
Le dijo que en Benidorm era Antonio y que no quería saber nada del pasado y que seguía los días con total indiferencia en su venta y rodeado de geranios.
Florian Rey fue uno de los grandes directores de cine en España, máximo representante del cine mudo y de la cinematografia de La Segunda Republica.
Su película La Aldea Maldita (1930), fue una obra maestra del cine mudo y películas como Nobleza Baturra (1935) y Morena Clara (1936) con Imperio Argentina como gran protagonista cosecharon grandes éxitos compitiendo incluso con la industria cinematográfica estadounidense.
La guerra civil trunco su carrera y se traslado a Alemania donde dirige varias películas de trazo español como Carmen La de Triana inspirada en el mito de Carmen. Vuelve a España en 1940 y dirige a Concha Piquer en la obra La Dolores. Sigue haciendo alguna película mas pero no se adapta al cine del franquismo, retirándose en 1957 y haciéndose ventero de La Cala.
Fallece en nuestra ciudad el 11 de abril de 1962 totalmente olvidado por todos y sus restos se encuentran en el osario común del Cementerio de Alicante.
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